domingo, 1 de abril de 2012

El esperado duelo entre dos titanes, hoy en Las Ventas

Hoy es el gran duelo de titanes. Dos gallos de pelea se batirán el cobre esta tarde en un escenario sin igual: Las Ventas, la primera plaza del mundo. Iván Fandiño y David Mora se ven las caras en un mano a mano que no será el único de la temporada. Se espera cuanto menos pasión en el ruedo, emoción en cada detalle de la lidia. No en vano, aquel mano a mano de Otoño el año pasado fue todo un espectáculo de verdad y amor propio. Los dos toreros revelaciones se medirán ante el público más exigente del mundo para confirmar que pueden ser figuras del toreo.
Iván Fandiño aterriza en Madrid tras haber pisado con fuerza en Castellón y Valencia. El objetivo que quiere lograr está tarde lo tiene entre ceja y ceja: que el público salga hablando de Fandiño. “Mi prioridad es que la gente, cuando salga de la plaza, piense que por allí ha pasado una apisonadora del toreo. La tarde tiene que ser diferente a cualquier otra. Yo no soy conformista y espero muchas más cosas de las que pasaron en Otoño en aquel primer mano a mano", confiesa el torero de Orduña, quien matiza que el compromiso de esta tarde, "es muy fuerte".
El diestro vasco compartirá varios mano a mano con el de Borox. Próximamente lo harán en Sevilla con la corrida de Victorino, después en Arles y posiblemente en Nimes. Fandiño asegura que si las empresas organizan estos duelos, "es porque así lo pide el público y porque será interesante. Yo no me niego a torear con ningún torero y no soy nadie para decir que no a ciertas cosas", aunque admite, que este emparejamiento "me da igual, yo voy a lo mío, sigo mi camino y sé lo que quiero conseguir y cómo lo voy a lograr”. En este sentido, el vasco admite que la rivalidad "la mantengo conmigo mismo".
David Mora llega a Madrid tras haber pasado de puntillas por Valencia. Pero es consciente del compromiso y sabe que una gran tarde de toros en Las Ventas seguirá "manteniendo el aliciente y la ilusión en el aficionado, que vendrá después a las plazas con el gusanillo de vernos". El de Borox afronta este reto "con mucha ilusión y con ganas de mantener la credibilidad que poco a poco he conseguido. El objetivo es no seguir fallando. Cualquiera que se vista en Madrid debe tener una lealtad hacia el concepto que tenga y exponer toda su verdad, y eso es lo que yo voy a hacer". Pese a que es una plaza en la que se siente muy a gusto y en la que cuenta con el beneplácito del público, sabe que hacer el paseíllo en la plaza más importante del mundo, son palabras mayores. "Cuando estás anunciado lo pasas mal porque el miedo al fracaso siempre existe, pero luego sale el toro y te olvidas de todo. También es cierto que al guerrero que no va al campo de batalla, nunca le pasa nada. La responsabilidad de hacer el paseíllo en Madrid es máxima, pero para eso se prepara uno tanto tiempo, para dar el cien por cien y poder triunfar", admite.
Verse las caras de nuevo con Iván Fandiño supone "un aliciente. Torear con él en una fecha tan emblemática como el Domingo de Ramos es porque el cartel despierta interés. El mano a mano del año pasado fue un triunfo en todos los sentidos pese a que no salimos por la puerta grande y la prueba está en que nos han vuelto a repetir". Con respecto a la corrida de Jandilla, Mora es consciente de que a priori, son toros que pueden dejar expresarse como toreros: "Es una corrida de toros que espero que nos pueda dejar hacer el toreo como sentimos y que cada uno saquemos lo mejor de uno mismo. Por eso, si los toros ayudan, puede ser una tarde inolvidable. Independientemente de los triunfos, aunque sabemos que son importantes, lo mejor es que el público se lo pasé bien y que haya detalles que se queden en la retina de los aficionados", concluye.