Sobre la cornada -"ha sido fuerte, parte varios músculos y va a obligarme a permanecer un par de días más aquí", relata- recuerda: "El novillo estaba flojito y me confié. Lo saqué del caballo, dio un arreón el animal, me sorprendió y corriendo para atrás perdí cayendo en la cara. En el suelo me pegó la cornada pero los toreros estamos hechos para esto. Por lo menos sucedió todo en Madrid, donde existen las mejores manos posibles para atender cualquier percance".
Lipi pretende reaparecer el próximo 30 de junio en la localidad riojana de Haro y, si no llega a esa cita, estará con total seguridad el siguiente 15 de julio en el certamen de novilladas de Ávila.
